De acuerdo a un reciente artículo publicado por Diabetes & Metabolism Journal, usar ciertos probióticos puede ayudar a perder peso.
Durante la última década, una creciente evidencia ha establecido que la flora bacteriana intestinal es uno de los determinantes más importantes en trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes tipo 2. De hecho, la dieta que predispone a la obesidad puede afectar drásticamente a las colonias de la flora bacteriana (alteración conocida como Disbiosis) llevando a la activación de mecanismos pro-inflamatorios que promueven la resistencia a la insulina y demás trastornos cardiovasculares y metabólicos. Para contrarrestar estos efectos nocivos, han sido desarrolladas diferentes cepas de bacterias probióticas con el objeto de remodelar el microbioma y así mejorar la salud intestinal y sistémica.
Se ha demostrado que la administración de probióticos estimula la respuesta inmune, mejora la tolerancia a la lactosa, ayuda a prevenir la diarrea, tiene un efecto anti-inflamatorio e incluso restaura la disbiosis intestinal asociada a la obesidad. Dada esta última relación, los suplementos probióticos pueden ser un complemento importante dentro del limitado arsenal de terapias contra el síndrome metabólico, ya que el uso de estos productos puede ayudar a reducir la hiperfagia (ingesta excesiva de alimentos), lo que mejora el control del peso corporal, la pérdida de grasa y la tolerancia a la glucosa.
Es importante también saber que según los resultados observados en estos estudios, el tomar un suplemento que contenga múltiples cepas de bacterias es una estrategia más eficaz que usar un probiótico de cepa única, como se observó por ejemplo con un producto que mezcla ocho cepas diferentes de bacterias y que ha demostrado eficacia no solo en la prevención sino también en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad.
Fuente: Diabetes Metab J. 2015 Aug; 39(4): 291–303